EL DESIERTO
El desierto es uno de los ambientes geográficos más conocidos y fácilmente identificables
debido a su escasísima vegetacion y también debido a la presencia de tierras poco fértiles,
ya sea a través de dunas de arena o tierra seca que no permite ningún tipo de cultivo. El
desierto más conocido del mundo es el desierto de Sahara, que ocupa varios países del
norte y centro de África y que, en términos de extensión, es el más grande. Sin embargo,
muchas otras regiones del planeta son consideradas desérticas y poco apropiadas para el
desarrollo de vida humana, animal o vegetal.
Las principales características del desierto tienen que ver con la calidad de sus suelos y con
el nivel de precipitaciones que estas zonas reciben a lo largo del año. Así, podemos decir
que lo que diferencia de manera evidente a los desiertos del resto de los ecosistemas es
que poseen escasas precipitaciones y por lo tanto sus suelos son áridos o no aptos para el
cultivo. Al mismo tiempo, los desiertos poseen una importante amplitud térmica, lo cual
significa que mientras que las temperaturas suelen ser muy altas durante el día y muy bajas
durante la noche. Esto también suma elementos para hacer de este espacio un lugar poco
agradable para la vida permanente en él.
Debido a estas condiciones, los desiertos se caracterizan por tener muy escasa vegetación
así como también animales que son específicos de esas áreas y que cuentan con elementos
particulares para subsistir. La flora y la fauna desértica es sin embargo muy escasa, entre
las especies animales podemos mencionar diferentes tipos de lagartos, lagartijas, insectos,
alacranes, aves rapaces y camellos. Las plantas típicas de los desiertos son los cactus y las
palmeras así como también pequeños arbustos que no alcanzan demasiada altura y que
sirven principalmente de refugio para los animales desérticos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario