viernes, 20 de mayo de 2016

EL DESIERTO

El desierto es uno de los ambientes geográficos más conocidos y fácilmente identificables 

debido a su escasísima vegetacion y también debido a la presencia de tierras poco fértiles, 

ya sea a través de dunas de arena o tierra seca que no permite ningún tipo de cultivo. El 

desierto más conocido del mundo es el desierto de Sahara, que ocupa varios países del 

norte y centro de África y que, en términos de extensión, es el más grande. Sin embargo, 

muchas otras regiones del planeta son consideradas desérticas y poco apropiadas para el 

desarrollo de vida humana, animal o vegetal.

Las principales características del desierto tienen que ver con la calidad de sus suelos y con 


el nivel de precipitaciones que estas zonas reciben a lo largo del año. Así, podemos decir 

que lo que diferencia de manera evidente a los desiertos del resto de los ecosistemas es 

que poseen escasas precipitaciones y por lo tanto sus suelos son áridos o no aptos para el 

cultivo. Al mismo tiempo, los desiertos poseen una importante amplitud térmica, lo cual 

significa que mientras que las temperaturas suelen ser muy altas durante el día y muy bajas 

durante la noche. Esto también suma elementos para hacer de este espacio un lugar poco 

agradable para la vida permanente en él.

Debido a estas condiciones, los desiertos se caracterizan por tener muy escasa vegetación 


así como también animales que son específicos de esas áreas y que cuentan con elementos 

particulares para subsistir. La flora y la fauna desértica es sin embargo muy escasa, entre 

las especies animales podemos mencionar diferentes tipos de lagartos, lagartijas, insectos, 

alacranes, aves rapaces y camellos. Las plantas típicas de los desiertos son los cactus y las 

palmeras así como también pequeños arbustos que no alcanzan demasiada altura y que 

sirven principalmente de refugio para los animales desérticos.

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